“La Isla.
Una historia cotidiana” es álbum sobrecogedor y sombrío con un texto e
ilustraciones directas, impactantes, despojadas de ornamentos, como si no
hubiese posibilidad de color o de esperanza.
Podríamos decir que se trata de
una historia atemporal o como bien reza su guarda “una historia cotidiana”, el relato del rechazo a lo diferente
llevado al extremo.
En las
ilustraciones de corte expresionista el color está prácticamente ausente, el
negro en todos sus matices junto con un trazo tembloroso pero a la vez marcado,
nervioso, en forma de boceto, nos transmite emociones negativas: miedo,
nerviosismo, angustia, desesperación…
Pero a
pesar de ello es un álbum bello, que evoca a las pinturas negras de Goya e
incluso en una de sus páginas centrales aparece una especie de guiño al cuadro
de “El grito” de Munch.
La portada
del libro impone una contundente muralla negra fortificada que ocupa casi todo
el espacio y al abrirlo las primeras palabras que nos introducen en la historia
son: “Una mañana, los habitantes de la isla encontraron un hombre en la playa,
donde la corriente del mar y el destino habían arrastrado su balsa…”
En las ilustraciones existe un aclara contraposición entre dos personajes principales,
el extraño que llega a la isla y el grupo de habitantes.
El grupo es
dibujado como una masa de hombres gordos con gestos agresivos, amenazantes, sin
rostro y el hombre escuálido y desvalido de menor tamaño que el resto suele
aparecer en un margen de las páginas.
Armin
Greder plantea una historia desgarradora, pero tan real…, un relato sobre la
incomunicación, la negación del otro, del extraño, del diferente que se
convierte en un intruso sin derechos, no hay concesiones para él de ningún
tipo.
El álbum es
ideal para reflexionar con los alumnos/as sobre estos temas y analizarlos históricamente, hablar de los grandes conflictos entre
culturas, religiones, países…