domingo, 13 de mayo de 2012

EL ARTISTA QUE PINTO UN CABALLO AZUL: Imaginación, creatividad y arte en la escuela


El artista que pintó un caballo azul. Eric Carle. Kalandraka.

Un libro con un texto sencillo y mínimo acompañado de una sucesión de animales ilustrados con colores poco convencionales para transmitir la importancia de la libertad creativa y de la imaginación. Este álbum es en cierto modo autobiográfico y ante todo supone un homenaje de Eric Carle a Franz Marc, uno de los padres del expresionismo pictórico. Precioso álbum para acercar a los niños al arte y a la figura del artista.
Su lectura supone una perfecta escusa  para reflexionar sobre el papel de la imaginación y la creatividad en la escuela, todavía tratadas como parientes pobres en el mejor de los casos, frente la reproducción, repetición, memorización, copia de modelos de una realidad pensada equivocadamente como estable. Sucede así que los niños, indagadores, curiosos, creativos e imaginativos por naturaleza van perdiendo u olvidando esa innata imaginación creadora. En palabras de Gianni Rodari “la imaginación creadora pertenece al hombre común, al científico, al técnico; es esencial tanto para los descubrimientos científicos como para el surgimiento de las obras de arte”, y siendo así, ¿no habría que prestarle más atención en las aulas?
En un interesante ensayo titulado “La imaginación y el arte en la infancia”, Vigotsky habla de dos tipos de impulsos básicos en toda actividad humana: el reproductor y el creador, siendo este último el que contribuye a modificar el presente y que podríamos definir como sinónimo de pensamiento divergente, capaz de romper continuamente los esquemas de la experiencia, de la realidad, para idear elementos nuevos gracias a una actitud curiosa de hacerse continuamente preguntas y es ésta la actitud que deberíamos promover en la escuela, más allá de tratar de transmitir un saber brillante y acabado propio de una realidad única y estable.
La sucesión de animales ilustrados por E. Carle nos puede servir también para trabajar y hablar de emociones, sensaciones: un caballo azul que trasmite libertad, poder y calma, un cocodrilo rojo trasgresor, un oso polar negro en un mar blanco de nieve, un astuto y simpático zorro violeta, una maternal y fértil vaca amarilla… Porque también hay una innegable vinculación entre la función imaginativa y la emoción. Así, el análisis del dibujo infantil descubre que los niños dibujan de memoria. Dibujan lo que ya saben acerca de las cosas, lo que les parece más importante de ellas, y lo que sienten en ese momento. Los niños son más simbolistas que realistas o naturalistas, no se preocupan por el parecido total con el objeto real (al menos en los primeros estadios del desarrollo) y esto debería ser mucho más respetado. Cada producción, cada dibujo de un niño es una pequeña obra de arte, única  e irrepetible, como este precioso caballo azul que galopa en libertad.

5 comentarios:

  1. Como siempre que comentas un álbum, ya estoy ansiosa por comprarlo. Y la explicación, magistral.

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  2. Ay Maribel! esto es el cuento de nunca acabar (nunca mejor dicho). El viernes te lo llevó para que lo disfrutes, pero además irá acompañado de la "Merienda del señor verde", donde los colores también son muyyyyyyy importantes.

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  3. Buena entrada para un álbum excelente que se disfruta una y otra vez. Un saludo

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  4. Interesante reflexión. Gracias por escoger este álbum y por su completo análisis. Saludos desde Kalandraka.

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    1. Gracias a vosotros por participar en este bosque y por ofrecernos álbumes tan suculentos.

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